"Las únicas palabras que merecen existir son las palabras mejores que el silencio"
Juan Carlos Onetti.

jueves, enero 05, 2006

#1 (parte I)


Graciela terminó el colegio en el año 1985 y comenzó con sus estudios de abogada a la edad de 18 años. En la facultad conoció a Javier Dias con el cual salió 5 años y se casaron. Era una pareja muy feliz, cada uno con su título de abogado, trabajaban los días de semana, él en una oficina y ella con casos privados. A los tres años de matrimonio tuvieron a su primer hijo, Federico, y cuatro años después a Florencia. Todo parecía salido de un cuento de hadas. Era una familia tipo, ambos cobraban muy bien, sus hijos eran excelentes en el colegio y no traían problemas de ningún tipo. Ellos, como pareja, se llevaban excelente, un fin de semana por mes dejaban a los chicos con la mamá de Graciela y salían juntos a cenar, cada vez a un restaurante diferente. Hacían el amor casi todas las noches y tenían un diálogo increíble.
Todo esto duró hasta el 18 de septiembre de 2001, cuando ella volvió de buscar a sus hijos del colegio y se encontró una nota sobre la mesa que decía: "vuelvo tarde, no me esperes para cenar".
Ella, al principio no tenía idea de lo que sucedía y tomaba todo con calma. Pensaba que eran cosas del trabajo, tal como él siempre le contaba, y no se preocupaba al no haber razones por las cuales hacerlo.
Después de tres meses, la falta de Javier era de todos los días. Cenaba con ellos solo tres o dos veces por semana y su sueldo, en vez de haber aumentado por horas extra, había disminuido sin razón.
Graciela, ya harta, comenzó a sospechar que algo raro estaba pasando. Su ansiedad hizo que preguntara a la mucama que, contenta, le dijo incontables veces que Javier estaba metido en algo, y creía que era o una mujer o negocios sucios. Graciela, como era de esperarse, no le creía ni media palabra y aparte sabía sus intenciones.
El 19 de diciembre de 2001 ella dejó a los chicos con su mamá y fue al edificio donde trabajaba Javier. Preguntó por él y le dijeron que estaba en su oficina. Graciela empezó a sentirse culpable por haber dudado de su marido, ya que él se encontraba en su trabajo como le había dicho todos esos meses. La cosa en el país no estaba bien, y un poco más de trabajo era lo que todo el mundo necesitaba y no le hacía mal a nadie. De todas formas, entró en la oficina de Javier.
Abrió la puerta vergonzosa. Lo que vio la dejó atónita. Frente a sus ojos encontró a su marido haciendo el amor y besándose con una hermosa mujer rubia. Graciela se quedó dura en la puerta. Javier la vio inmediatamente e intentó arreglar las cosas echando a su amante y tratando de excusarse, pero Graciela siguió sin reaccionar. Lo único que hizo fue dar media vuelta e irse del edificio.
Ella entró en una gran depresión. Le pidió a su mamá que se quedara con los chicos toda la semana, que iba a viajar al interior, a Córdoba, donde vivía una amiga de ella.
Sacó los pasajes, pero estaba demasiado mal para viajar. Se quedó en su casa, llorando en su cama. Quería estar sola y todo el tiempo se preguntaba si realmente Javier tendría el descaro de volver a su casa. ¿Era realmente él quien tenía la culpa o ella había fallado como esposa en algún sentido?
Cuanto más pensaba acerca del tema, peor se ponía. Lloraba con los ojos secos y con un dolor en el corazón que era irreparable. ¿Buscar consuelo en sus hijos? ¿Para qué? Si los desgraciados eran tan parecidos a él… Una vez se planteó el tema del perdón, pero sólo una vez y no se permitió pensar de nuevo en semejante locura. ¿Qué le quedaba ahora? Su vida estaba destruida. Javier la había destruido.
El segundo día buscó el arma que tenían en casa para terminar con su vida miserable de una vez por todas. Pero, cuando tomó el arma, se replanteó si realmente era ella quien merecía morir.
Esa noche no pudo dormir pensando que era una idea descabellada, pero a la vez muy buena. Graciela estaba segura de que volvería, todo ya estaba planeado…

2 comentarios:

Beatle CoTiSH dijo...

Ummm... ke hijo de su madre el tipo... para no decir otra cosa... Realmente si me pasara eso, no se que haría... separarme de él?, hacerme la boluda como muchas mujeres que conozco?, matarme?, nosé espero que si me lleva a pasar eso (ojala que no) no termine con mi vida... pues así por mas desgraciados ke sean mis hijos, por mas iguales ke sean a mi marido, los tendré ke cuidar, y llevar por el buen camino para ke no sean "TAN" igual a él... Muy bueno el post... Me abrio la mente... =P.. Nus vemos ;)

Beatle CoTiSH dijo...

Post the second part!... =) Besos