"Las únicas palabras que merecen existir son las palabras mejores que el silencio"
Juan Carlos Onetti.

miércoles, febrero 01, 2006

#3


Encontrarla despues de tanto tiempo sin vela me hizo recordar al instante los momentos que pasamos juntos.

Era sentir nuevamente ese fuego que me quemaba el alma, que mis ojos estallarían de tanto brillo al admirarla así, tan perfecta a sus 40 años. Reconocí algunas arrugas en su cara y unas leves bolsas bajo sus ojos.

¿Eso era el tiempo? Inmediatamente llevé mis manos hacia mi cabeza y me mordí el labio inferior pensando en mi cabello que poco a poco se me iba cayendo.

Sí, definitivamente eso era el tiempo. Cambiamos físicamente… pero mis sentimientos por ella nunca van a cambiar.

De repente, con mis manos todavía en la cabeza, vi a un hombre rodearla por la cintura y luego besarla. Cerré los ojos y me tapé la boca con ambas manos. Y si eso me sorprendió, lo que siguió me dejó paralizado. Una chica rubia de unos 16 años aproximadamente la saludó al llamado de “hola mamá”.

Morí por dentro. El corazón me había explotado y mis órganos se descomponían lentamente.

Tenía ganas de caminar esos seis pasos que nos separaban y golpearle, pero al instante ese pensamiento se borró de mi cabeza. Su marido volteó y se alejó junto a su hija dejando a ese perfecto ser admirando la vidriera de un negocio.

Necesitaba hablarle, contarle que mi vida es un fracaso desde que no estaba conmigo, pero fue ya hace tanto tiempo…ni se debe acordar de mí. Aunque podía decirle todo con un beso… ¿o acaso una acción no vale mas que mil palabras? Recordaría a su novio después de tantos años atrás, aquel que según ella besaba tan bien.

Era mi oportunidad, así que me acerqué y simulé interesarme por la mercadería de la vidriera…

-Una pregunta…- me dijo pensativa, mientras el corazón volvía a mi pecho para latir a mil kilómetros por hora. ¡Me había reconocido! Yo sabía que ella me estaba esperando en algún lugar de la tierra después de tanto tiempo -¿Es buena la mercadería del negocio este?

-Sí, sí, muy buena- mentí medio desilusionado.

-Gracias…

La miré a los ojos, esos color celeste cielo.

-¿Mónica?- le pregunté esperando un fuerte beso de respuesta.

Frunció el entrecejo y torció la cabeza.

-¿Mónica?- repitió –Lo siento, mi nombre es Paz. Me debe estar confundiendo con otra persona.

Me sonrió, y con las manos en los bolsillos me fui, solo… odiándome por estar tan obsesionado por encontrarla después de veinticinco años.

1 comentario:

Beatle CoTiSH dijo...

Me gusto... Pero realmente es feo cuando te pasa eso, a mi me paso algo parecido una vez... y me ilusione, pense ke era esa persona pero al final me di cuenta ke soo me habia confundido...
Ke mal ke te hayan robado el celular, yo hice trato con mi mama para poder pagar mi cel =P...
Un beso... y espero ke tengas uno nuevo pronto! =)