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Bien. A las 11 en lo de Martín. Calculando, estaríamos alla a las 12.30, como nos habían dicho. Sí, calculando porque recien 12.30 estábamos esperando el tren.

Son estos momentos a la noche que me pongo a pensar, a revisar fotos viejas (aunque no tanto) y a imaginarme el mundo. Principalmente a recordar. Bueno, recuerdo que esa noche Facu compró los parches para todos y que yo llevé las fajas piratas. Que fuimos caminando por French y cuando llegamos a Rivadavia nos sacamos esa foto. Me acuerdo de nuestras sonrisas, de lo felices que fuimos esa noche; era NUESTRA noche. Ni de tu vieja, ni de nadie mas: nuestra (y capaz de tablon también). Fuimos anfitriones y protagonistas. Fuimos vos y yo. Abrazados.

Y así, como esa, mil días y noches. Donde cosas espectaculares pasaban. Donde cosas hermosas nos pasaban. Fuimos hermosos. Nos llevábamos por delante el mundo entero. ¿Donde está mi sonrisa constante? La veo solo cuando cierro los ojos y pienso en vos (y en otras 36 personas).