
El tiempo: maldito problema provocador de fuertes dolores de cabeza. El tiempo corre en línea recta: pasado, presente y futuro. ¿Pero qué pasa cuando estos tres conceptos se mezclan, ese hilo se entreteje en sí mismo?
En la vida del ser humano moderno el paso del tiempo significa construirse constantemente para llegar a la realización plena de su persona. ¿Es así realmente?
¿Puede el ser humano permanecer invariable? ¿Puede un sentimiento ser absoluto?
Personalmente, creo que es imposible. El ser humano cambia constantemente y jamás baña su cuerpo dos veces con el mismo agua aunque se meta en el mismo río.
El tiempo son ciclos. Ciclos para crecer y ensancharse, ciclos para llegar a una verdad propia. El tiempo es espiralado y es necesario construir este espiral hacia arriba. El tiempo, suele ser, también, circular. Es variable, revoltoso, inquieto...
El paso del tiempo no debe ser guiado por el maldito reloj regulador de nuestas vidas. ¿Entonces, cómo me explicas que una hora de trabajo sea interminable mientras que tres con vos en la cama me resulten minutos?
El tiempo debe ser medido en ciclos guiados por lo que nos dice el alma, la mente y el cuerpo. Cada persona tiene su ciclo, su propio paso del tiempo y es suya la tarea de reconocerlo y respetarlo. Ciclos de locura, ciclos de pasión, ciclos de enojo, ciclos de querer mandar todo a la mierda, ciclos de hacerlo y de empezar de vuelta, ciclos de bronca, ciclos de pura tristeza y ciclos de amor.
¿Cómo medís tu tiempo?
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