Hace un tiempo ya que sólo pienso en el mar. En todos los secretos que guarda en su quietud, en su enojo mortal de las ventoleras y tormentas, en el pacto de amor prohibido entre su marea y la luna. Pienso en su manía de cambiar constantemente, en su capacidad de llevarse el pasado y traer el futuro (o no). En borrar las huellas de la arena o devolver a la tierra los escombros de otras vidas.
Mar, por favor, no se lo cuentes a nadie.
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