"Las únicas palabras que merecen existir son las palabras mejores que el silencio"
Juan Carlos Onetti.

viernes, junio 29, 2012


Alimentar cada vez más este fuego que nos invita a quemarnos, a prendernos, a (con)fundirnos en el común andar, en el común amor que estamos aprendiendo a construir. Tomar la posta, entender que ya no puedo acercarme a ese fuego sin sentir el calor, que ya no le puedo ser ajeno ni ignorarlo. Macho, hombre, fuerte, violento, mentiroso, asesino, musculoso, ingenioso. La mierda que se funde en el fuego, pero termina abonándolo. Tomar la posta, cambiar los fueguitos diarios, estar presente, no negar la propia existencia para otros… y para sí mismos. Descongelar el hielo. Abrazarte y sentir tu amor, tu calor, que viene del mismo fuego. Te siento cerca y te veo quemarte, y te estirás para que te salve, pero nos fundimos juntos. Los nenes con los nenes, las nenas con las nenas. Dejá esas muñecas. No llores. No seas maricón. ¡Pateá bien! Vamos a las manos. ¡Mirá ese culo!… y nos quemamos como iniciando un ritual que nos inicia como hombres desde el amor y no desde el sometimiento sexual.
Caminar sobre las brazas del mundo que se quema: se quema el patriarcado, la opresión, el sinsentido, la violencia, las categorías. Mi responsabilidad es quemarme: veo las llamas arder que me invitan, veo a otros varones que me invitan, que me aman, miro para atrás y no veo nada que me quiera llevar, pero me los quiero llevar a todos conmigo. La madera alimenta el fuego. Me acerco. Meto un pie, siento el calor que me funde. Meto el cuerpo y cierro los ojos. Me dejo abrazar por las llamas, por los hombres. Siento el amor. 

Y me quemo

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Sebastián, realmente me encantó. Es un placer haber encontrado este blog. Un gran abrazo. Mechi C.

Anónimo dijo...

Tu blog me llena el alma en cantidades inmensas, no se como llegué pero agradezco haber podido leerte.